Desentrañando la Ansiedad en el Siglo XXI

Desafíos, soluciones y el camino hacia el bienestar emocional

Kairós

9/9/20256 min read

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo, pero en el siglo XXI, con sus rápidos cambios y el constante flujo de información, a menudo se acentúa hasta generar un sufrimiento excesivo y desadaptación. En la sociedad contemporánea, el aumento de la ansiedad parece deberse a una interacción compleja de factores sociales, tecnológicos, laborales y medioambientales. Es un estado emocional abrumador que afecta a personas de todas las edades y en todos los ámbitos de la vida, con síntomas que van desde la inquietud y la tensión hasta el pánico y los ataques de ansiedad.

El ambiente ansiógeno de la era digital

El último siglo ha generado un ambiente propicio para la ansiedad. La tecnología y las redes sociales han emergido como factores importantes, aumentando la ansiedad debido a la dependencia, el ciberacoso y la sobreexposición a información negativa. Por ejemplo, el uso intenso de plataformas digitales puede incrementar los niveles de ansiedad en un 50%, y el ciberacoso está relacionado con el estrés y los pensamientos suicidas, la depresión y la ansiedad en adolescentes. Aspectos laborales, la imagen corporal y la pérdida de privacidad también contribuyen a este panorama. Además, el cambio climático genera "ecoansiedad" y preocupación por el futuro, afectando especialmente a los jóvenes, mientras que los eventos climáticos extremos y la migración forzada aumentan el riesgo de trastornos mentales.

Un informe de 2023 sobre la Salud Mental en España reveló que el 74,7% de la población cree que la salud mental de la sociedad ha empeorado, atribuyéndolo a dificultades económicas (91,4%), la incertidumbre ante el futuro (89%) y la presión, exigencias y estrés del día a día (88,8%). La pandemia de COVID-19 también ha agudizado esta realidad, empeorando situaciones preexistentes y provocando nuevos casos, especialmente de trastornos de la conducta alimentaria, ansiedad y tentativas de suicidio.

El impacto del estigma en la salud mental

A pesar de la magnitud del problema, el estigma relacionado con la salud mental sigue siendo una barrera significativa que afecta profundamente el bienestar psicológico de millones de personas. Obstaculiza la búsqueda de ayuda y el acceso a tratamientos adecuados. El estigma se basa en conceptos erróneos, estereotipos y miedo, resultando en discriminación, abuso y negligencia de las personas con afecciones de salud mental. Es crucial distinguir el estigma de la discriminación, que refleja una "mala calidad de la ciudadanía y una desigualdad de derechos".

Abordar este estigma requiere un enfoque multifacético que involucre la educación del público, los proveedores de atención médica, empleadores, formuladores de políticas y los medios de comunicación. Los medios de comunicación pueden tener un impacto positivo con la orientación adecuada, utilizando contenido centrado en la persona, equilibrado y realista. Compartir testimonios y experiencias personales es una herramienta poderosa para reducir el estigma, fomentando la empatía y animando a otros a buscar ayuda. La participación de las personas con experiencia vivida en salud mental debe ser genuina y activa en el diseño, ejecución y evaluación de actividades antiestigma, bajo el lema "nada sobre nosotros sin nosotros".

Buscando apoyo profesional: Un camino hacia la recuperación

Es fundamental buscar ayuda profesional para gestionar la ansiedad y otros problemas de salud mental. Un psicólogo puede ofrecer técnicas de control de la ansiedad y guiar en el abordaje de su origen.

Entre las terapias más eficaces se encuentran:

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Es un enfoque de referencia para entender y utilizar procedimientos, técnicas y programas de intervención. Se centra en el tratamiento de la depresión, los trastornos de ansiedad, las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de estrés postraumático, y más. La TCC incluye técnicas como ejercicios de respiración y relajación, reestructuración cognitiva y exposición gradual. También es adaptable para su administración a través de internet.

Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Parte de la formulación del caso mediante un análisis funcional, determinando los valores del paciente y su compromiso con ellos. Su objetivo es aumentar la flexibilidad psicológica, es decir, la habilidad para contactar plenamente con el momento presente y cambiar o persistir en lo que se hace. Se ha mostrado eficaz en la ansiedad generalizada.

Mindfulness: Una práctica con miles de años de historia, popularizada por las enseñanzas de Buda. Implica la meditación y la atención plena, que se puede practicar unos minutos al día para enfocarse en el momento presente, reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar la calidad de vida. Existen programas estructurados como el Programa de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (MBSR) y la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness para la Depresión (MBCT).

Terapia con Realidad Virtual: Herramienta avanzada que destaca por su eficacia en trastornos como la ansiedad, ataques de pánico y fobias. Permite a los pacientes enfrentarse a situaciones temidas en un entorno controlado y seguro, aunque los sistemas actuales son muy cerrados y dirigidos a problemas específicos, lo que impulsa el desarrollo de sistemas más generalizables.

En España, la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS) 2022-2026 busca dar una visión general de lo realizado y facilitar la toma de decisiones consensuadas, incorporando nuevas líneas estratégicas y la atención a la salud mental en tiempos de pandemia. Los servicios de Atención Primaria desempeñan un papel clave en la atención de la salud mental. A nivel de recursos, se ha identificado una falta de especialistas en psicología clínica y enfermería de salud mental en el SNS.

Herramientas y Recursos Complementarios

Además de la terapia tradicional, existen diversas herramientas:

Terapia Online: Ofrece sesiones profesionales y personalizadas desde la comodidad del hogar, siendo una solución para quienes buscan ayuda de forma accesible. Permite una mejor gestión del tiempo, progreso documentado y prevención de recaídas.

Aplicaciones Móviles (Apps): Pueden ser un recurso accesible para gestionar el bienestar mental, ofreciendo meditación guiada, diarios personales y seguimiento del estado de ánimo. Es crucial elegir aplicaciones con prácticas de datos transparentes y protocolos de encriptación robustos para proteger la privacidad.

Biblioterapia: Libros como "Sin Miedo" de Rafael Santandreu o "Hacer frente a la ansiedad" de Edmund Bourne ofrecen perspectivas para comprender y manejar la ansiedad, así como ejercicios prácticos.

Tratamientos a base de hierbas: Aunque algunas, como la Kava, la pasiflora, la valeriana, la manzanilla alemana, la lavanda y el bálsamo de limón, son usadas para la ansiedad, se recomienda precaución y consultar a un médico, ya que su eficacia y seguridad a largo plazo requieren más investigación y pueden tener efectos secundarios o interacciones.

Un llamado a la acción y la esperanza

El bienestar mental es un aspecto esencial de la salud y el bienestar general. Superar la ansiedad y reducir el estigma es un esfuerzo colectivo que requiere la colaboración de todos. Si bien el camino puede ser desafiante, como lo demuestra el caso de una persona que superó la ansiedad y luego experimentó una recaída, cada experiencia brinda nuevas herramientas y una base más sólida para afrontar futuros desafíos.

¡No estás solo! Hay recursos disponibles, desde terapeutas especializados hasta aplicaciones y libros, que pueden ayudarte a gestionar tu ansiedad y recuperar tu bienestar. Recuerda, la clave está en el compromiso personal, la búsqueda de ayuda y la confianza en tu capacidad de superación.